Ahora con Facebook resulta más fácil aparentar espiritualidad. Basta con pegar un versículo bíblico en tu muro, y tus amigos creerán que lees la Biblia todos los días.

—Definitivamente, preferiría ésto a nada.

Hoy, ya que el 11 mandamiento reza «entrarás a Facebook por lo menos una vez al día», y gracias a aplicaciones tipo El versículo del día, algo de Biblia interrumpirá nuestra estadía en Facebook, convirtiéndose, muchos veces, en nuestro accidente devocional diario. Y como es una dulce tentación añadir «vida religiosa» a nuestra «vida digital», bastará con pegar el versículo bíblico interruptus en tu muro para ya no sentirte mal, ni delante de Dios, ni delante de tus Friends.

Pinto así de dramática la situación para llamar tu atención como líder y animar(nos) a ir más allá de pegar versículos. ¿Por ejemplo? Incluir tu interpretación. ¿Algo más? Sugerir una aplicación práctica. ¿Más aún? Cuestionar un status quo —y mil cosas más—.

Para esto, tienes que leer el versículo de verdad, meditarlo seriamente, y presionarlo hasta que algo salga.

Deja a los más pequeños seguir pegando versiculitos; tú, boga mar adentro. Y ya que te gusta navegar en Internet, usa YouVersion cual submarino para zambullirte en las escrituras. Por ejemplo, (1) resalta versículos que impactan tu vida, (2) titula lo que resaltas y (3) escribe notas sobre lo que resaltas. (4) Involucra a tu grupo de discipulado en YouVersion para estudiar la Biblia en comunidad. Y si tus planes van más allá aún: Haz de las Notas en YouVersion el borrador de tu propia (5) Biblia de Estudio; al estilo Charles Stanley, Max Lucado, Jhon Maxwell, etc. —échale una miradita a mi YouVersion para inspirarte—.

Espero que estas líneas te animen a jubilarte de pegador de versículos.