Cómo agradar a Dios

Cómo agradar a Dios en lo que haces para él y por él no es un asunto imposible de saber. Más bien, es predecible. ¿Cómo?

Sabemos que con él no funciona «a caballo regalado, no se le mira los dientes». Pueda que le ofrezcas lo mejor, y no le agrade. Incluso lo que te haya costado sudor, sacrificio y lágrimas, y lo rechace. ¿Entonces, cómo?

Cómo agradar a Dios
© merydolla – fotolia.com

El caso de Caín y Abel

La historia de la ofrenda de Caín y Abel es es un claro ejemplo de cómo agradar a Dios, y cómo no agradar a Dios.

Leamos Génesis 4:3-5 y analicemos el caso:

Primero, ambos presentaron ofrenda por iniciativa propia. El Señor nunca les pidió.

Segundo, cada uno ofreció lo mejor que tenía. ¿Qué es lo mejor para un agricultor? Unas ricas naranjas, quizá. ¿Qué es lo mejor para un ovejero? La primera, la más robusta y más bella oveja, quizá.

Tercero, miró el Señor con agrado a Abel y su ofrenda, y sin agrado a Caín y su ofrenda.

Agradar a Dios por iniciativa lógica

Es lógico que un agricultor ofrende lo que cultiva y un ovejero lo que pastorea. Pero lo que no es lógico es (1) alcanzar la eternidad ofreciendo lo mejor que se tiene, o (2) creer llamaremos su atención ofreciéndole lo mejor que nos parezca. ¡Y he allí el detalle!

Abel intuía que para Dios las variables «lo mejor» y «mejor que» no tenían valor espiritual. Intuía que para acercarse y/o agradar al Altísimo todo ello era insuficiente.

¿Cómo es que intuía que al ofrecer una oveja le arrancaría un «wow» al Creador?

Es probable que su padre Adán le haya contado sobre el día que se dieron cuenta que estaban desnudos y Dios mismo les hizo túnicas de pieles de animales (Gén 3:21). Y que al escuchar tal relato, Abel vio más allá del ropaje; el hijo de Adán vio la sangre. Así que, cuando llevó una ofrenda al Señor, su intuición le llevó a ofrecer sangre.

Agradar a Dios por iniciativa artística

¿Qué es más bello? ¿Un montón de frutas y tubérculos en el altar, o una oveja desangrándose en el altar?

Definitivamente la ofrenda de Caín era como para hacerse un selfie para el Facebook. Es una escena colorida, irresistible, e interesante. ¡Pero, nada más!

En cambio Abel vio más allá de la belleza, buen sonido y efectos especiales. Vio el mensaje detrás del mensaje. Vio a Dios cubriendo la desnudez de la humanidad como efecto del sacrificio.

Agradar a Dios por iniciativa profética

¿Qué anunciaba la ofrenda de Caín? Posiblemente un acción de gracias por la inmensa, maravillosa e inexplorable vegetación a su alrededor.

¿Qué anunciaba la ofrenda de Abel? Definitivamente estaba anunciando al Cordero de Dios inmolado desde antes de la fundación del mundo (Apo 13:8). ¡Aleluya!

En ningún momento Dios comparó las ofrendas. Simplemente vio la ofrenda de Abel y se agradó de él y su ofrenda; vio la ofrenda de Caín, y todo lo contrario. Es decir, no fue un concurso de quién ofrece más o mejor; fue una valoración individual.

Lecciones sobre cómo agradar a  Dios

No te acerques a Dios sin sangre, o estarás siguiendo una religión para acercarte a Dios. ¿Religión? Sí, pues es toda manera cómo la humanidad se acerca a Dios. ¿Y qué es evangelio? Es la manera cómo Dios se acercó —a través de la cruz— a la humanidad.

No insistas en agradar a Dios sin sangre, o estarás actuando como un humanista barato. ¿Humanismo? Un estilo de vida centrada en sí mismo. ¿Y que es cristianismo? Un estilo de vida centrada en Jesucristo.

Que tu acercamiento al trono de la gracia sea en total confianza, ya que te allegas basado en los méritos de Cristo Jesús.

Que tu música esté bañado en sangre. Que tu arte esté bañado en sangre. Que tu talento esté bañado en sangre. Que tu profesión esté bañado en sangre. Que tu matrimonio esté bañado en sangre. Que tu ministerio esté bañado en sangre. Es decir, anuncia la muerte de Cristo, implícita o explícitamente, en todo lo que haces.

6 comentarios

  1. Muchas gracias por su ensayo pastor Justo,
    Es verdadero que solo podemos acercarnos a Dios por medio de sangre. Gracias a Dios por su misericordia.
    Solo una observación, en el caso de Gn. 4: 3-4, el texto, que he revisado en varias versiones (no manejo el hebreo), indican que Cain presento una ofrenda, pero cuando hace referencia a Abel, el autor precisa que Abel presento al Señor lo «mejor» de su rebaño, haciendo uso de un adverbio comparativo. ¿Será que Cain, es verdad que presento una ofrenda, pero no de lo mejor de su cosecha?
    Lo que indico en el párrafo anterior, no implica que no esté de acuerdo con las afirmaciones de su ensayo, concuerdo plenamente en qué la ofrenda de Abel nos apunta a nuestro Señor Jesús y su sacrificio, siendo el medio único, por el cual todo lo que somos y hacemos son aceptos a nuestro Dios.
    Dios le bendiga pastor, reitero mi agradecimiento por su ensayo, es de bendición, nos hace recuerdo de una gran verdad.
    Con aprecio Fernando.

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