Calibre de un amigo

Fotolia.com
Fotolia.com

El buen amigo con nostalgia recuerda y evoca: ¡Qué maravilloso es la amistad! El mal amigo bate su cabeza y dice: No creo que existan verdaderos amigos. Y es que sólo los verdaderos amigos hallan amigos.

He conocido varios grupitos de amigos. Caminaban juntos, oraban juntos, y hasta predicaban juntos. Pero luego de no mucho tiempo, ni querían verse ni soportaban oír sus nombres. Al entrevistarlos, cada uno decía ser la víctima. Y qué triste era ver cómo sus ministerios perdían altura, arándolos de manos su concentración en defender sus inocencias.

Fidelidad incondicional

¿Por qué se frustra una amistad?

Unos dicen: Es que el otro me falló. Otros, más sinceros, argumentan: Yo le fallé. Pero ambas no son más que excusas egoístas y caprichosas.

De Jesús, el más excelente de los amigos, aprendemos algo muy simpático y loable. Él y Pedro eran amigos. Pero Pedrito le falló. Pero no por eso Jesús hizo lo mismo. ¡No! ¿Por qué? Porque el buen amigo es fiel aunque sean infiel. 2Ti.2:13
La excusa egoísta de “seré fiel mientras me sea fiel” tiene que ser desarraigado del discípulo de Jesús. El cristianismo exige líderes fieles; no revanchistas ni vengativos. Ya basta de fidelidad condicional e interesada. ¿O acaso Jesús le respondió con la misma moneda a Judas? …

Creo que todos quisiéramos tener amigos de este calibre. Y si tú y yo somos fieles aunque nos sean infieles, también nos serán fieles aunque les seamos infieles, porque lo que se siembra se cosecha.

El perdón en secreto

¿Por qué se frustra una amistad?

Dada nuestra imperfección tendemos a ofender. Es casi imposible hallar a alguien que no haya ofendido a otros con sus labios. Y no sería nada raro que entre amigo se ofendan. Stgo.3:2

Las ofensas entre amigos o consolida o destruye la amistad. Cuando aprenden a soportarse y a perdonarse se consolida. Y se destruye cuando el resentimiento y el engreimiento señorean.

Hay momentos cuando nuestros amigos nos ofenden y ni siquiera saben lo que han hecho. Ante ello, no debemos ni ignorar tal sentimiento ni guardar rencor. En lugar de enfrentarlos y hacerles conocer que estamos ofendidos (sugiriéndoles que nos pidan perdón); y en lugar de quitarles el habla (y así demostrarles nuestro resentimiento), debemos perdonarlos. Pero en secreto. Es decir, sin que sepan que nos han ofendido, mucho menos que les hayamos perdonado. Bíblicamente hablando: “Siendo benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, soportándonos con paciencia los unos a los otros en amor”. Ef.4:2,32

Los líderes, debido a su relación con otros, tienen que aprender a perdonar en secreto. Si no lo hacen, poco a poco irán acumulando resentimiento. Su resentimiento acumulado se hará raíz de amargura. Y creyendo que está actuando correctamente, inconscientemente comenzará a destruir al que le ofendió (su amigo) y su ministerio será poco fructífero (por no decir nada).

Una vez escuchaba lo que un líder decía de su consiervo. Lo criticaba y se oponía a todo cuanto él sugería. Así que decidí hurgar a partir de lo que hablaba. Y tanto lo provoqué que comenzó a recordar todas las ofensas que éste le hizo en el pasado. Cada una de ellas eran ridículas e insignificantes cosas: No me saludó, no mencionó mi nombre, no reconoció mi labor, etc.

Y me di cuenta que pasando por alto la necesidad de perdonar cositas así, permitió que éstas se acumulen una a una. También, que su conducta actual se debía a una sobresaturación de cositas ridículas e insignificantes.

Hay una actitud muy buena en la mayoría de líderes cuando oran. ¿Cuál? Piden perdón por todos sus pecados y errores cometidos. ¡Y está muy bien! Pero el Señor también desea que recordemos las ofensas que nos han hecho; y que comencemos a perdonar uno por uno a los que nos ofendieron(clave para evitar que se acumulen). Sólo así nos levantaremos de orar, perdonados y habiendo perdonado. Y si nos encontramos con los que nos ofendieron, y no piden perdón, le diremos: Ya te perdoné, un momento después que me ofendiste. Mar. 11:25,26.

Creo que todos quisiéramos tener amigos de este calibre; y si tú y yo aprendemos a perdonar en secreto, nuestros amigos también nos perdonarán en secreto; porque lo que se siembra se cosecha.

La sana admiración

¿Por qué se frustra una amistad?

No te será novedad saber que uno y otro líder están enfrentados. Y ojalá tampoco lo sea saber que antes eran grandes amigos. Pero lo que debes comprender es que podrías enredarte en una situación así con tu amigo.

Felipe y Juan. Son buenos amigos. Oran juntos. Ministran juntos. Felipe está muy agradecido con Juan; de su ayuda espiritual y material jamás se olvidará, dizque. Juan está muy contento de ayudar a su amigo. Felipe admira mucho a Juan; su entrega, su pasión, lo desafía. Juan poco a poco, consolida un ministerio muy influyente; también otras bendiciones: dinámica familia, hermosa casa, lindo auto, y próspera economía. Felipe admira todo ello…Pero algo sucedió. Hay una transición en sus sentimientos. Se están entremezclando. ¿Qué pasa? …Ahora Felipe se muestra no muy cooperador. El que comía en la mesa de Juan comienza a criticarlo; en su cara y a su espalda. ¿Qué pasó? Lo comenzó a envidiar y la guerra fue declarada. Stgo.4: 1,2. ¿Conoces historias como ésta?

Yo conozco muchas. En cada una de ellas veo qué fácil es pasar de admirar a envidiar. Puedo observar cómo la envidia sutilmente desplaza a la admiración, y pudre una amistad.

El buen amigo permite que el Espíritu Santo examine su mente y su corazón. Y cada vez que detecta que la envidia está desplazando a la admiración, los confronta a tiempo: Confesándolo y practicando el verdadero amor. Y todo por amor a Cristo y a su obra.

Creo que todos quisiéramos amigos de este calibre; y si tú y yo preferimos admirar a nuestros amigos, en lugar de envidiarlos, de seguro ellos harán lo mismo con nosotros; porque lo que se siembra se cosecha.

Para Recordar

El amigo es fiel, aunque le sean infieles…

El amigo perdona, y perdona en secreto…

El amigo prefiere admirar que envidiar…

El que quiere tener amigos de este calibre, primero no deberá ajustar su propio calibre, y los hallará.

Deja un comentario